mardi 14 avril 2009

UN NUEVO GHETTO?

Fue en Alejandrìa que los judìos tubieron por primera vez un lugar aparte para vivir, sin embargo fue en la Serenìsima Repùblica de Venezia que el 29 de marzo de 1516, despues que el consejo de los Diez, uno de los principales organos que la repùblica veneziana tenìa, para protejer y vigilar la seguridad del Estado, decidiera agrupar e instalar a la fuerza a los judìos, en el barrio de Cannaregio - cercano para aquellos que conocen venezia, de la estaciòn de trenes Santa Lucia-, zona que desde los siglos XIV et XV estubo destinada a "gettare" es decir , fundir metales y fabricar cañones, en la que ademas se botaba toda la escoria de la fundiciòn. Puede que inconcientemente fuese ese el deseo, el de relegar a una comunidad, por sus religiòn, por los prejuicios econòmicos o simplemente protejerce de esos seres indeseables. Creo que bien vale hacer aproximaciones con el verbo italiano: getto, gettare, que significan botar, quizà podrìa haber una relaciòn con los origenes de la palabra ghetto.



Asì nace el triste termino "ghetto" que luego se adoptò por toda europa. El Ghetto Nuovo , el de la Serenìsima, era una zona delimitada, en que los judíos estaban obligados a vivir y que no podían abandonar, cerrando las puerta del ghetto, desde la puesta del sol y abriendola al amanecer. El aislamiento de la comunidad judía de Venezia se prolongó hasta 1797, año de la caída de la República y la toma de posesión por parte de las tropas de Napoleón Bonaparte, que hizo derribar las puertas del Ghetto (una de las raras buenas acciones de la armada francesa en Venezia), y decretó el fin de la segregación y la igualdad de los judíos respecto a los otros ciudadanos.
Los hechos son lejanos y perdidos en la memoria històrica o reducidos a simples fechas de vergozoso recuerdos, sin embargo la creaciòn de nuevos lugares de separaciòn ven actualmente la luz del dìa, encubiertos bajo el legìtimo derecho de tener la tan preciada e ilusoria seguridad, de protejerce de aquellos que miran desde la otra rivera, o simplemente por que, se està bien entre iguales. Esa fue la reflexciòn que tube, entre otras, al leer los diferentes articulos y reportajes que hace el Diario el Sur de Concepciòn, referentes a la situaciòn jurìdica de ilegalidad que "Pingueral" desea o proyecta instaurar y que cuyos habitantes ven con estupor que sus dìas estan contados.

Claro, por supuesto que Pingueral, nada tiene que ver con los insalubres ghettos venezianos del siglo XVI o aquel de triste memòria, el de Varsovia, en Polonia, que mas de 350 mil judios vivieron, en las condiciones mas terribles de miseria y asinamiento, sin poder salir! Pero en esos ghettos, insalubres y pobres, habìa una vida y la continuidad de una cultura, la recitaciòn constante de la Ley, una lengua resucitada; el hebreo, el yiddish, el sefardita, el amor por el Libro, rollos y pergaminos, con felices sinagogas, (llamadas scuola) como la tedesca,(alemana), la española, la levantina, (que acogìan a los refugiados de Constantinopla), con columnas de madera esculpidas, con objetos de culto, bordados y dorados con aires salidos de un tesoro bìblico y la espiritualidad; la busquedad de Dios, cumplir, lo que la Torah enseña como camino seguro, para ser agradable a Dios. Por el contrario, no podrìa creer que en éste nuevo ghetto (Pingueral), sea su interés principal o la prioridad. Eso sì, sin duda alguna, la de tener la casa mas grande, la moto acuàtica o el 4X4 de ùltima generaciòn o de preocupaciones tan banales como si tal o cual tenista, pasa sus vacaciones o si el "lucho" vendrà éste año.
Scuola Española

Sì, las situaciones se han revertido, ya no son las minorìas mas pobres (instaladas en barrios callampas), o las etnias o las pràcticas religiosas, las que deben estar relegadas o confinadas a espacios delimitados, con el sentimiento y tambien deseo escondido y no demostrables de culpabilidad y sin dudas, imperioso de querer esconderlas, taparlos, que no se vean , haciendo desaparecer los signos visibles de las desigualdades sociales o los miedos que proyectamos sobre ellos, ya que nos revelan nuestras ineficacias.
No, ahora son los pobres que tienen el derecho de apropiarce de los lugares pùblicos, el centro por ejemplo, ya no està reservado a las clases medias o altas, ellas buscan o se esconden y se encierran en los nuevos ghettos y espacio delimitados, guardando celosamente, egoìstamente lo que les averguenza - por supuesto... de forma inconciente! -, lo que hace y marca la diferencia, aquella que los separa y distancia injustamente de las mayorìas.



**Plano y propaganda publicitaria de Pingueral**.
Al ser propietario, accede a todos los beneficios de este maravilloso lugar: piscinas, multicanchas, cabalgatas, deportes náuticos, restaurante Tutte Mare, monitores para actividades deportivas y recreativas, capilla y seguridad los 365 días del año.

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