mardi 21 avril 2009

NOBLE UTOPIA, LA DE PETRARCA Y BESSARION

Hace poco comencé a leer un pasionante libro del argentino, nacionalizado canadience y que reside en el sur de Francia, La bibliothecque, la nuits de Alberto Menguel, editorial Actes Sud (2006), sobre el orden y la clasificaciòn de las bibliotecas y el placer que otorgan los libros, no tan solo por sus contenidos sino que por ser ademas, objetos de colecciòn.
La lectura del Menguel, me hizo recordar la biblioteca Marciana de Venezia, que conocì y visité y que me hizo ademas, interesarme por "personajes" que entran perfectamente dentro del espectro de los grandes ideales de cultura, intercambio de ideas y pensamientos, que admiro y que demuestra que las nobles utopìas, pueden convertirse en realidad.
Hacia el 1362, Petrarca, no pudiendo encontrar un lugar ideal en donde instalarce viaja a traves de toda europa, Florencia, Colonia, Avignon, Roma, Paris, Lieja, Milan, Padua, para finalmente ternimar en Venezia, llega con todos sus muebles y libros, que era por ese entonces una de las bibliotecas mas famosas de toda europa, constituida por unos 200 ejemplares, cantidad que parece infima, pero que era una de las grandes colecciones de libros de la época. Petrarca parecìa convencido de la desiciòn de quedarce en la Serenìsima, de ésta forma negocia con la repùblica un intercambio; su biblioteca, por un lugar en donde residir. Se le ofrece un pequeño , pero bello palacio en la Riva dei Schiavione, en la que se quedarà por unos cinco años. Mientras tanto dicta conferencias, recibe dicipulos, entre ellos Boccacio, su influencia y legado hace nacer la idea de un lugar consagrado a los estudios, la lectura, a la investigaciòn, habierto a todo el mundo, ideas por cierto consideradas por muchos como totalmente utopicas y fuera de todo realismo.
Despues de Alejandrìa, Venezia era el lugar ideal, para instalar su biblioteca, lugar que deberìa ser un espacio de encuentro y reflexciòn, como los "Liceos" de Platon o Aristoteles. Sin embargo los continuos obstaculos administrativos, la oposiciòn de unos y las envidias de otros, hacen que Petrarca quite Venezia. Su magnifica biblioteca fue dispersada por toda europa, incluso se insinuo la posibilidad de impedir que parta con sus manuscritos, hecho que no ocurrio. En 1635 se enuentran en la Basilica de San Marcos, un lote de manuscritos con el sello de Petrarca, los venezianos pensaron haber encontrado la herencia, tratandose solo de alguns notas y un retrato del poeta.
Fue necesario esperar mas de un siglo para que el proyecto viese la luz, gracias al Arzobispo de Nicea, el griego Ortodoxo Basilius Bessarion, que llega a Italia luego que el emperador byzantino, Juan VIII Paleologo, le encarga un encuentro con el Papa para establecer un dìalogo, en vista de la uniòn, entre la Iglesia de Oriente y la Iglesia de Roma, (divididas desde el 1054). Por ese entonces la amenaza Turka era cada vez màs presente, el emperador byzantino, solo reinaba en Constantinopla y la Morea y necesitaba la ayuda del occidente para mantener la unidad de lo poco que quedada del imperio de Oriente y presevar asì la unidad del conjunto de la cristiandad, proposiciòn que fue tratada en el Concilio de Florencia 1439. Desgraciadamnete el conjunto del clero griego refusò tales propuestas y la gran cruzada que deberìa haber realizado roma, nunca se produjo.
Curiosamente el Arzobispo Bessarion, fue nombrado cardenal por el Papa Eugenio IV y Patriarca latino de Constantinopla, pero fue tan mal acogido que debìo partir, re-instalandose en Roma, en la que muchas veces se perfilò como posible portador de la tiara papal. Este brillante prelado, de una gran cultura, arquetipo del intelectual del renacimiento, fue nombrado ademas, embajador de la Santa Sede en Venezia, ahì buscò preservar la cultura byzantina y dar a los griegos de la diaspora, lo essencial de su cultura, en espera de la reconquista de Constantinopla.
Mientras tanto las bibliotecas desaparecìan, eran quemadas, el pillaje de monasterios y la destrucciòn del patrimonio artistico, era pan de cada dìa bajo las fuerzas otomanas, (musulmanas). Gracias a una red de amigos y feligreses, Bessarion pudo recuparar y salvar innumerables textos, que copistas y el mismo Bessarion se encargaron de re-copiar. El amaba los libros, convirtiendose en uno de los grandes bibliophilos cuyo escrito lo confirma: "ellos estàn llenos de las voces de los sabios, llenos de los ejemplos de la Antiguedad... ellos viven, conversan, nos hablan, nos instruyen y nos consolan"
Cuando la recolecciòn pareciò completa, Bessarion pensò evidentemente en Venezia, para que ella albergara tan presiado tesoro del pensamiento humano, como para Petrarca, cien años antes, o como la mayor parte de los neo-platonistas del Renacimiento, que veìan en la ciudad de los Dogos la personificaciòn de la ciudad del de Platon, su gobierno, la organizaciòn social armoniosa, la ausencia de guerras, y claro la efervescencia intelectual y el lugar de privilegio que tienen las artes y la cultura. Por otro lado Venezia era "la otra byzancio", ligada a Oriente por las numerosas colonias y en particular la griega y que a los ojos del mundo occidental ella representaba, la mas férrea oponente a los Turkos.
Bessarion ofrece asì toda su colecciòn a la Repùblica "ad communem hominum utilitatem" en 1468, 746 manuscritos fueron puestos solemnemente en la Basìlica de San Marcos, 280 màs, debìan tener el mismo destino una vez que Bessarion fellecera y que él deseaba conservar. Si bien el numero pareciera ser modesto comparado con otras colecciones, élla contenìa todo Plutarca, otro contenìa casi todo Aristoteles, e inestimables tesoros como, los dos famosos manuscritos A y B de la Iliada o la Antologìa Palnudeana del monje byzantino Planudo, en la que se encuentra todo lo que se pudo salvar de la poesìa Helena.
Una año despues del legado de Bessarion, hecho que se comento en el mundo entero - en esa época-, se imprime ademas, el primer libro en Venezia. Se trata de las Cartas de Ciceròn, salido de las impremerìas Juan de Spiro, que obtendrìa años mas tarde, los derechos de publicaciòn de Tacito. Ciertos historiadores creen que fue el Cardenal Bessarion, que hizo venir la imprenta a Venezia, nacida en 1450 en Mayence.
La biblioteca de Bessarion permanecìo años entre cajas y depositos en San Marcos, aunque existìo la posibilidad de prestamos a cargo de los canònigos de la basìlica.

Es el arquitecto Jacopo Sansovino que en 1537, contruye unos de los primeros edificios clàsicos de la laguna. Pero la mala suerte, hace que una parte del edificio se derrumbe y mate a unos cuantos obreros, lo que le costo la carcel. Es gracias a la intervenciòn de Tiziano y de numerosas personalidades que el arquitecto recobrarà la libertad. Pasaron 15 años para que la construcciòn fuese terminada, ahora, por el arquitecto Scamozzi. Cincuenta años pasaron para que el edificio fuese habierto al pùblico, aunque la sala de consultas, funcionò desde 1560, todabìa habìa que ir a las reserbas de San Marcos a buscar los ejemplares.

Poco a poco se constituye como una de la mas bellas bibliotecas del mundo, decoradas con marmoles, porfirios, frescos de Tiziano, Veronese, Tintoreto, albergando ya no tan solo el legado del Cardenal Basilius Bessarion sino que manuscritos como el celebre Breviario Grimani, con sus 110 miniaturas y sus 831 paginas de pergamino legada a la biblioteca Marciana (que es su nombre) por los herederos del Dogo Grimani, un Psalterio del siglo X, una Biblia latina dl siglo XII, y objetos cientìficos como un planisferio de Hadji Mehmet (1559), tratados de medicina, astrolabios y globos terraqueos.

En fin, siglos mas tarde, aùn la sombra del utòpico Petrarca y la del generoso cardenal siguen planeando entre los muros de la Biblioteca Marciana, gracias a su iniciativa, el mundo, dispone de una de las bibliotecas mas bellas del mundo, colecciòn abierta para todos, como lo remarcarà uno de los directores de la Marciana, Marino Zorzi descendiente del Dogo del mimo apellido:

"Bessarion no escondìo sus tesoros, por el contrario, quizo que todo el mundo accediera al conocimiento. En una época, que en contraste con el resto de Europa, Venezia, la ciudad de los mercaderes, artesanos, artistas, muchas de estas personas sabìan leer, y la idea de una biblioteca pùblica, nace del sueño de guaradar por la posteridad, todo lo que pudo ser salvado de la Antiguedad".
Asì la Marciana, es la sola instituciòn de la Repùblica Veneziana que subsiste integralmente, hasta el dìa de hoy, la sola que no ha sido interrumpida ni modificada .



Para saber mas, el sitio de la Biblioteca Marciana en Venezia: http://marciana.venezia.sbn.it/

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