jeudi 8 octobre 2009

DANIEL EMILFORK

Creo que muy pocos de nuestra generación, les pueda parecer conocido el nombre de Daniel Emilfork (1924-2006). Quizá, si les pueda ser mas familiar el film Il Casanova de Fellini o La Cité des Enfants Perdus de Marc Caro y Jean-Pierre Jeunet, en donde hacía el ladrón que robaba sueños a los niños. Ni menos aun las tantas puestas en escenas que figuraron en teatros o festivales, como el de Avignon y que desde 1952 fueron parte del trabajo como actor, cuyo mayor rol fue en Sade de Marat-Sade de Peter Weiss, puesta en escena de Walter Le Moli, 1986 o en 2003 Lettre ouverte à Renée Saurel que fueron parte del trabajo como dramaturgo. Peor como no todo es color de rosas, siempre condenado a segundos roles o a las series de clase B y que Daniel Emilfork debió cargar como un pesado fardo, incluso acá e Francia, su genio y figura como actor o el mismo cine francés en palabras del conocido dibujante Jacques Tardi, "fue reductor y poco pudo captar la sutilidades de su juego y su peculiar forma".

Cuando el 16 de octubre de 2006 se anuncia el fallecimiento de Emilfork, por mi radio preferida y que las emisiones especializadas en cine y teatro le rindieron homenajes, consagrándole programas especiales, entrevistas ineditas, documentales y reportajes en periódicos que lo catalogaban y reconocían en él un genio, un dandy, un personaje que difícilmente existirá nuevamente, como aquellos sacados de otra época, por su extraordinaria presencia, elegancia y profesionalismo. Inmediatamente comencé a revisar la prensa chilena y la posible cobertura que prodrian dar a éste chileno, -nacionalidad que solo portaba como algo exótico y cuyo acento en su hablar era reconocido por todas partes, sobre todo en las ficciones radiales en donde prestaba su voz- que a temprana edad, a causa de un profesor, quizá anti-semita, vino a saber de su doble cultura, (su familia escapó de los progromos anti Judíos en Odessa-Ukrania, y cuyos padres se instalarían en San Felipe y que muy joven deja Chile, escogiendo Francia, porque según él, la gente hablaba como Proust.

No fue sorpresa, encontré solo reseñas, ni un solo articulo serio que hiciera referencia de su trabajo, nada que hiciera pensar o valorar al actor y artista que fue Daniel Emilfork, su vida en París, en su pequeño departamento a los pies del Sacre Coeur en la colina de Monmartre. Solo leì con asombro y con algo de desprecio por los periodistas de "cultura" ...entendámonos mejor, de "espectáculos chilenos", que solo resaltaron el aspecto anecdotico y superficial: " Murió el hombre mas feo del mundo",(Marìa Soledad de la Cerda, La Tercera online del 18/10/2006). Como decía, acá en Francia, al menos, aunque su labor fue poco notoria y relegada siempre a personajes que bien podrían representar Nosferatus (del cineasta alemán Murnau), se le rindió el honor y cobertura que no tubo en su país de origen y que solo abordaron como de costumbre la superficialidad. En fin, quizá sea la respuesta, algo profética, que su madre le diría en aquellos años en San Felipe, luego que él le preguntara, si realmente era feo, ella respondió: "que solo en Chile", claro, él no estaba dentro de los cánones estéticos ni menos culturales de chilenos ni latinoamericanos.


Il Casanova de Fellini

*DANIEL EMILFORK, està enterrado en el célebre cementerio de Père-Lachaise en el 20e arrondissement de la ville de Paris.

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